16 octubre 2005

Contando Ovejas.

Macarena tenía siete años cuando a partir de un día cualquiera no volvió a dormir. Contaban que no durmió durante un año. Un año sin pegar los ojos. Un año sin soñar. Un año sin dejar de pensar, de mirar, de oler. A partir de ese día cualquiera la vida de Macarena cambió. Durante las horas del día Macarena hacía una vida normal, es decir, iba a la escuela, se juntaba con sus amigas y primas, etcetera. Pero en las horas de la noche mientras todos dormían ella seguía despierta. Dicen que vio todos los dibujos animados que hay para ver, que se sabía de memoria los diálogos de las películas que repetían en los canales de cable. Cuentan que sabe cada frase de Ghost, y cada palabra de Depredador.
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¿Quién construye el tiempo? ¿De día se trabaja o se estudia y de noche se duerme? ¿Cuándo el día empezó a ser día? ¿Cuantas ovejas se pueden contar en un año sin dormir?
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Vivir despierta le trajo sus complicaciones. Con el transcurrir de los días se volvía cada vez más irritable, en las noches no quería estar sóla entonces despertaba a su familia. Con las semanas se hizo inminente la necesidad de una solución. Empezaron por llevarla a clases de inglés, eso le daría actividad, la cansaría y el cansancio mental la dormiría. Pero no resultó, en las noches Macarena seguía con los ojos abiertos. Entonces decidieron llevarla a atletismo, correr millas, saltar vallas, lanzar jabalinas y esas cosas la cansarían fisicamente y se dormiría. Pero nada. Macarena seguía despierta. Incluso los padres empezaron a pensar que si no dormía en la noche y se cansaba en la tarde se dormiría a la mañana en la escuela, pero nada más lejos de la realidad que eso. Así se llegó a la medicación, no hay vigilia que resista un buen bombardeo de rivotriles y clonazepanes. Pero les juro que ni un coctail de pastillas batidas al estilo Tom Cruise con camisa hawaiana pudo hacer dormir a Macarena.
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¿Cómo se cuentan los días cuando no se duerme? ¿Cómo se cuentan los meses? ¿Al final todos los días son un mismo día? Los días de Macarena se dividían ya no en A.M. y P.M. sino a través de la grilla de Cartoon Network. La luna y el sol en realidad se tranformaron en anecdóticos sucesos astronómicos porque para ella nada cambiaba, para ella la noche ya no era el espacio para dormir y si el día era para estar despierto, ¿cuando terminaba el día?.
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Esta situación duró algo así como un año. En la escuela empezaron a ver problemas de conducta en Macarena. Entonces una psicopedagoga sugirió derivarla a un psicólogo y un psicólogo llevarla a un psiquiatra y el psiquiatra a un neurólogo. Entonces fue cuando a través de un mapeo descubrieron que Macarena tenía una obstrucción en una arteria que producía todo este cortocircuito. Dicen que cuando le dieron la primer medicación nueva los efectos fueron inmediatos. Durmió tres días seguidos. Sin levantarse a comer o hacer pichi. Sólo durmió, zzzz, epsepseps, sólo eso. Todos pensaban que estaba desmayada o muerta. Cual bella durmiente del bosque su cuerpito tirado en la cama hacía suponer lo peor. A partir de ese día bendito Macarena volvió a dormir. No fue tan fácil, al principio sólo dormía por minutos y en cualquier momento del día. Si el sueño llegaba a las diez de la mañana o a las ocho de la noche Macarena tenía que entregarse a los brazos de Morfeo y dormir. Esté donde esté y a la hora que sea. La vieron dormir en la calesita colgada del caballito que sube y baja. Se comenta que un día se durmió con un helado de cucurucho en la mano que terminó pegado en su frente. También se durmió en la escuela en plena clase de matemáticas, que no es tan raro, a mí también me pasó. Macarena ahora tenía otra orden del día: el orden establecido por el sueño. Sus días consistían en esperar ese preciso y glorioso instante en el que el sueño apareciera y así correr hasta el colchón tomar la almohada y aprovecharlo. Empezó con minutos, hasta que llegó a dormir dos horas seguidas. Y después cuatro, y seis y ocho y diez. El problema nuevo radicaba en reordenar los horarios de sueño. Y así tuvo que ir a la Escuela del Sueño, donde le enseñaron cómo, donde y cuando dormir bien.
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Cómo ven esta es una historia con final feliz, porque ahora Macarena tiene nueve años y duerme bien, al igual que sus hermanos y padres. Hay cosas que no han cambiado, Macarena sigue siendo una ávida espectadora televisiva, fanática de las novelas de telemundo y televisa.Ahora sus días son días normales, con principios y finales. Con mañanas y noches, con horarios de dormir y despertar. Su vida ahora es una vida normal pero hay quienes dicen que una parte de ella muy en lo profundo añora esos días en los que los días no tenían principios ni finales. Cuando el tiempo era uno solo, solamente para ella.