15 enero 2006

Extracto de Sudor de Verano

El niño que salió volando en un barrilete y nunca volvió. Es real, lo leí en una revista de divulgación científica. Todo empezó cuando su papá le cortó una caña tan larga que el barrilete midió casi como su cuerpo. Después usaron un papel tan resistente que ni los paraguas de Mary Poppins resistían mejor el viento. La mejor parte es la del hilo. El hilo era de su abuela que siempre decía cosas como “antes las cosa se hacían resistentes ahora todo es para tirar y que se rompa”. El hilo se le engancho en el pie un día de viento zonda y cuando se quiso acordar el barrilete lo llevó tan lejos que nadie podía saber donde estaba. Dicen que a veces el viento lo trae de vuelta. Esos días se escucha como a lo lejos que gritan papá papá volví, pero en la casa no lo escuchan, entonces el zonda se lo lleva de nuevo. Eso es verdad porque lo leí en una revista científica.
***
La bicicleta me da algo que no me dan otras cosas. Me da la sensación de movimiento. Puedo viajar por la ciudad en mis ruedas recibiendo el aire de frente en mis ojos y mi nariz y mi pelo. Puedo ver a la gente haciendo eso que hace la gente. Caminar, comprar reir correr gritar hablar cargar pensar manejar vender comprar. Puedo ver todo sin ser realmente visto, puedo correr sin ser corrido y puedo sentir que viajo a algún lugar que no importa dónde está o si voy a llegar en algún momento, solamente importa que voy viajando y mirando y disfrutando de eso que es mi libertad en bicicleta.