Katrina...¿Quién es esa chica?

¿Katrina con K? ¿no suena a Klu Klux Katrina? ¿La mandó Alá? ¿Usa turbante y barba a pesar de ser nena? ¿El Señor Viento Otto, es el tío alemán de Katrina? ¿Esotro autoatentado? Casi me da vergüenza nombrarla, todos hablamos de ella.

Los yanquis son como esos niños ricos con tristeza que saben que les molesta algo en la vida, que están mal, que tienen dolores profundos pero por el orgullo que les genera saber que lo deberían tener todo, se niegan a pedir ayuda. Chavez, enfundado en una camisa amarillo neón bien pegada al cuerpo, les ofrece ayuda a esos que enviaron a los agentes de la Cia para matarlo. Claro, lo hizo desde Aló Presidente y después de decir que Bush estaba on vaqueishon. Es piola Chavez, sabe que no lo van a tomar en serio. Fidel ofreció médicos, sabiendo que no se los van a aceptar. Y claro si llegaran en un Chevy hecho Bote los aceptarían, pero como llegan en avión y con estetoscopio ni locos los aceptan.

Don Guiñazú, que es obrero de la construcción y conoce el mundo gracias a Discovery Channel, me comentaba que el creía que New Orleans era una ciudad en serio. En serio quiere decir de EEUU, con autopistas y rascacielos y televisores en las calles, esas cosas que tienen las ciudades de EEUU. Pero ahora se dio cuenta de que era como su Barrio, el barrio La Gloria, que se inunda con las lluvias porque está en el pedemonte y el barro les cubre las casas. Que desilusión para él, fue un golpe muy duro para él que siempre creyó.

Otro problema viene por el lado de las dimensiones. No se puede saber bien cuanta gente es la damnificada a traves de los números y menos de las imágenes. Porque cuando dimensionamos que el Superdome no es la cancha de Huracán Las Heras y que el Centro de Convenciones no es el Angel Bustelo... guau, ahí estamos en problemas. Porque entonces la tragedia tiene más de 14 pulgadas y ese agua si que es mucha.Y esa gente es mucha más gente que lo que imaginamos.Y si encima logramos captar que en el fondo de esa gente hay humanos sufrientes...

Dicen que en EEUU hay que ser WASP, que es algo así como White/Anglo/Saxon/Protestant. Blanquito, Anglosajón y Protestante. Si sos así sos de los que se pueden ir cuando viene el huracán, sos de los que son conservadores y puritanos, sos de los que mantienen erguido el pito patrio donde flamea la bandera. Pero si sos de los otros, estás en problemas. Porque parece que los huracanes aunque los mande Alá saben de clases y de razas. Y saben que los negros y los pobres y los latinos y los ateos y los libidinosos y los drogones y esos demás no wasp, son los que se tienen que ir. Irse me refiero ahora a irse volando como la vaca que se queda adentro del Twister en la película homónima, o irse de peste bubónica cuando baje el agua o irse de paranoia por estar refugiado o irse con los pulmones con agua o irse de un tiro porque los marines vienen de iraq y no entienden la diferencia. A veces parece que el peor enemigo de los wasp no son más que los no wasp, sus vecinos internos, y que a pesar de las perdidas económicas y humanas, un sector debe estar pensando que al final al país le venía bien una limpieza con agua y aspiradora.

Capaz que esto es lo que yo pienso que están pensando esos que ahora están allá cuando yo estoy acá y no tengo más que un viento Zonda que me da alergia y no mucho más, no se, capaz que no sea así, capaz.

Lo que realmente me preocupa es que de ese lugar que Don Guiñazú creyó que era lujoso y lo descubrió casi como si fuera Haití, surgió quizás lo más productivo en materia cultural del norte ese. Guiñazú no sabía que New Orleans era un lugar con muchos pobres pero tampoco que ahí era una de las usinas creativas más ardientes del mundo. Porque no fueron los wasp de oklahoma los que inventaron el jazz o el blues, sino los negros libidinos sonrientes, con ganas de divertirse un rato o quejándose del dolor que tenían en los dedos de pincharse con el algodón o del dolor del alma por ser esclavos. Y es justo a ellos a los que les llega el momento de irse. Katrina como un KluKluxKlan Natural se encargó de eso.

Le comenté todo esto a Guiñazú y me miró muy incrédulo. Por primera vez en su vida, que no es poca, ese lugar que tanto mira en Discovery Channel se parecía a su barrio. Me parece que sintió un poco de pena. Pena por ellos, pero también un poco de pena por él.